¿Qué es la frecuencia de refresco?

Al comparar las pantallas de los dispositivos tecnológicos, es posible que descubras que los distintos productos ofrecen diferentes frecuencias de actualización para sus pantallas. En este artículo te explicamos qué significa eso para ti.

Introducción

Hay tantas palabras de moda relacionadas con las pantallas que puede ser difícil seguirles la pista a todas, desde LCD a OLED, desde HDR a 10 bits. En este artículo te explicamos qué se entiende por frecuencia de refresco, ya sea 60 Hz, 90 Hz, 120 Hz o incluso 144 Hz.

¿Qué es la frecuencia de refresco?

En pocas palabras, la frecuencia de refresco es la frecuencia con la que se actualiza una pantalla. Esta cualidad se mide en hercios, que representan la frecuencia por segundo; así, un panel estándar de 60 Hz se actualiza sesenta veces por segundo, mientras que uno de 120 Hz lo hace el doble, a ciento veinte veces por segundo.

La ventaja de una pantalla con una frecuencia de refresco más alta es que el contenido visualizado puede parecer más fluido al ojo humano. Si estás viendo un contenido que se mueve rápido, como un videojuego de altas prestaciones, o simplemente te desplazas rápidamente por las redes sociales, una frecuencia de refresco alta hará que el proceso parezca mucho más fluido y natural, en lugar de parpadear ligeramente. Por eso una frecuencia de refresco mejorada se percibe como una característica premium en un smartphone o un monitor.

Hay que tener en cuenta que esta máxima fluidez, sobre todo en los juegos, debe conseguirse con un procesador capaz y unos requisitos de sistema adecuados. Es más, no todos los juegos o aplicaciones son capaces de funcionar con frecuencias de refresco más altas, aunque la pantalla de tu dispositivo pueda soportarlo.

¿Qué es una frecuencia de refresco fija?

Aunque las frecuencias de refresco más altas pueden ofrecer resultados más fluidos para los contenidos compatibles, hay otra distinción entre los tipos de refresco que es de crucial importancia a la hora de tomar una decisión de compra.

Si una pantalla tiene una frecuencia de refresco fija, significa que siempre aplicará ese nivel de intensidad aunque el contenido que se reproduzca en ella no se actualice con la misma frecuencia. Así, puede que estés utilizando una aplicación o un juego que alcanza un máximo de 60 Hz, pero si la frecuencia de refresco del dispositivo está fijada en 120 Hz, seguirá aplicando este ajuste en vano. Algunas pantallas con frecuencias de actualización fijas pueden permitirte cambiar manualmente la configuración, como en la imagen de portada de un smartphone, donde puedes elegir entre 60Hz o 120Hz, pero el dispositivo no podrá adaptarse automáticamente en función del contenido que se muestre en la pantalla.

¿Qué es una frecuencia de refresco variable?

A diferencia de lo anterior, una frecuencia de refresco adaptativa se ajustará automáticamente al contenido que se esté reproduciendo en pantalla, dentro de un límite predefinido.

Tomemos el ejemplo de una pantalla de smartphone de 120 Hz que se adapta a 1 Hz. Si estás jugando a un videojuego de altas prestaciones con la configuración máxima, la pantalla ofrecerá el máximo de 120 Hz para que la reproducción sea lo más fluida posible; pero si la pantalla está mostrando contenido estático, puede funcionar con una frecuencia de actualización de 1 Hz para consumir la menor cantidad de energía posible. Esto significa que los dispositivos con una frecuencia de actualización variable pueden ofrecer una mayor fluidez cuando sea posible, al tiempo que son más eficientes energéticamente en aras de la duración de la batería.

¿Qué es la frecuencia de muestreo táctil?

También te habrás dado cuenta de que la frecuencia de refresco no es la única característica relacionada con las pantallas que se mide en hercios; también hay una cualidad llamada muestreo táctil que utiliza la misma unidad. Una vez más, esto también describe el número de veces que se realiza una acción por segundo, pero en este caso se trata de la frecuencia con la que una pantalla táctil se actualiza para registrar la entrada táctil del usuario.

Por ejemplo, una pantalla con un muestreo táctil de 240 Hz se actualiza 240 veces por segundo y es muy sensible a las pulsaciones del usuario. Esto es ideal cuando juegas a juegos competitivos en tu smartphone, donde cada segundo cuenta.

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