La nave estelar de SpaceX despega antes de explotar a 38 kilómetros de altura

El primer lanzamiento del cohete más potente jamás construido termina con un «rápido desmontaje no programado». Sin embargo, el hecho de que saliera de la torre es una victoria.

El espacio es duro, como suele decirse en este sector y SpaceX dio una dramática muestra de ello cuando su enorme cohete Starship despegó y empezó a dar tumbos sin control antes de explotar cuatro minutos después del despegue.

«Starship acaba de experimentar lo que llamamos un rápido desmontaje no programado», observó John Insprucker, comentarista del lanzamiento, mientras llovían trozos de metralla del cohete desde la atmósfera superior.

El vuelo de prueba sin tripulación comenzó a las 9:33 a.m. ET después de una breve parada en T-40 segundos para resolver problemas de presurización del tanque. El Starship despegó y ascendió lentamente desde la plataforma que SpaceX construyó en sus instalaciones de Boca Chica, Texas, a las que ha bautizado como Starbase.

La retransmisión en directo del lanzamiento mostró que seis de los 33 motores Raptor de metano de la Starship no estaban encendidos, pero Insprucker informó de una trayectoria nominal durante el difícil periodo de máxima presión aerodinámica («Max Q«) y casi todo el camino hasta la parada de la primera etapa.

Pero entonces Starship empezó a dar tumbos con los motores de la primera etapa aún encendidos. El cohete no salió de ese giro y explotó a unos 38 kilómetros de altura, bien porque las fuerzas aerodinámicas lo partieron en pedazos, bien por una orden de autodestrucción emitida para asegurar que se rompería sobre aguas abiertas.

SpaceX llevaba trabajando para este día desde mayo de 2021, cuando lanzó con éxito una etapa superior de la Starship en un vuelo de prueba a gran altitud que terminó con un aterrizaje vertical del vehículo.

La Starship, de dos etapas y totalmente reutilizable, representará un salto gigantesco en capacidad para SpaceX y para los vuelos espaciales tripulados en general. Con un empuje máximo de aproximadamente 8 millones de kilos en su primera etapa, Starship puede elevar unas 110 toneladas a la órbita terrestre baja. Y como, a diferencia de otros cohetes, está diseñado para repostar en órbita, Starship puede enviar la misma carga útil a la Luna, según un documento de SpaceX de 2020 (PDF).

SpaceX considera que la capacidad de Starship es crucial para construir su constelación de satélites de banda ancha Starlink y la NASA ha contratado a SpaceX para desarrollar una versión de la etapa superior de Starship como módulo de aterrizaje lunar tripulado para su proyecto Artemis de regreso a la Luna.

Se había previsto que este vuelo de prueba diera la vuelta al mundo con la etapa superior de Starship antes de amerizar en el Océano Pacífico, pero la empresa había hecho hincapié en que el hecho de que el cohete superara la torre sin destruir la plataforma de lanzamiento (como el cohete lunar N1 de la Unión Soviética, que fracasó) supondría una victoria.

El final prematuro y explosivo del intento de lanzamiento de ayer aleja un poco más las ambiciones de SpaceX y permite que el Space Launch System de la NASA, que se lanzó con éxito en noviembre, conserve su título de cohete operativo más potente del mundo.

El administrador de la NASA, Bill Nelson, felicitó en Twitter a SpaceX por haber llegado tan lejos, escribiendo que «Todos los grandes logros a lo largo de la historia han exigido cierto nivel de riesgo calculado, porque con un gran riesgo viene una gran recompensa.»

Y el consejero delegado de SpaceX, Elon Musk, miró hacia el próximo lanzamiento. SpaceX ya tiene futuros vehículos Starship en construcción, una parte fundamental de su estrategia de iteración rápida y experimentación. «¡Felicidades al equipo de @SpaceX por un emocionante lanzamiento de prueba de Starship!», tuiteó. «Aprendimos mucho para el próximo lanzamiento de prueba dentro de unos meses».

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