Tú, o el ejército estadounidense, podéis comprar una «manada de lobos» de Thermonators que lanzan llamas de 9 metros desde mochilas atadas a la espalda. ¿Qué puede salir mal?
La empresa estadounidense de lanzallamas Throwflame vende ahora el Thermonator, un perro-robot con un lanzallamas atado a la espalda.
El Thermonator, que no debe confundirse con Terminator, está disponible en Internet por 9.420 dólares. Según la empresa, es posible obtener descuentos por volumen (o «wolfpacks»). Throwflame también admite pedidos de agencias gubernamentales para fines militares o de otro tipo a través de un portal gubernamental específico.
Throwflame afirma que sus productos pueden utilizarse para «quemas agrícolas controladas» o para derretir hielo y nieve. Aunque el robodog Thermonator solo tiene una hora de batería, Throwflame afirma que podría realizar quemas forestales controladas, ayudar a la «conservación ecológica» o proporcionar «entretenimiento y SFX», según una descripción en el sitio web de Throwflame.
Aunque otros productos de Throwflame se han utilizado en el pasado para encender fuegos en platós de cine, es poco probable que Hollywood utilice el robodog para efectos prácticos de fuego, a menos que el robot forme parte de la propia película en algún tipo de proyecto de ciencia ficción distópica, por ejemplo. Las producciones de cine y televisión cuentan con agentes de seguridad contra incendios en el plató cuando se hacen fuegos reales, y las barras de llamas propulsadas por propano son más fáciles de controlar que otros tipos de fuego. Cuando intervienen actores humanos, los incendios suelen simularse sintéticamente en efectos visuales durante la posproducción.
Según informa Ars Technica, el Thermonator ya está disponible tras una fase de prepedido en 2023. El robodog en sí es una versión modificada del robot cuadrúpedo Unitree Go1, de 2.700 dólares, al que se ha añadido un lanzallamas, según señaló anteriormente Gizmodo. El Thermonator dispone de conexión Wi-Fi y Bluetooth, pesa unos 18 kilos y puede controlarse a distancia. También incorpora tecnología LIDAR para detectar su entorno y ha sido diseñado para «evitar obstáculos», según Throwflame.
El robodog puede lanzar fuego a unos 9 metros, a menos que envíes tu robodog a California, en cuyo caso está equipado con una boquilla lanzallamas más pequeña para limitar su alcance a 3 metros y cumplir así con las leyes estatales. En Maryland, los lanzallamas requieren un tipo específico de licencia de armas de fuego. Por lo demás, Throwflame envía estos lanzallamas a Estados Unidos, Canadá o casi cualquier lugar que desees, según el sitio web de la empresa, siempre que estés dispuesto a pagar los casi 10.000 dólares que cuestan. Y, por si te lo estabas preguntando, incluso puedes comprar una con Bitcoin.
«Los lanzallamas son legales y no están regulados en la mayoría de países. Lo más probable es que podamos enviártelos», dice la FAQ de la empresa.