A pesar de la incorporación de materiales de primera calidad como el titanio y el último Gorilla Glass Armor, la serie Galaxy S24 sigue siendo propensa a sufrir graves daños cuando se cae.
En el lanzamiento de sus últimos smartphones insignia, Samsung ha defendido el exterior resistente y la pantalla Corning Gorilla Armor de la gama Galaxy S24. Pero eso no significa que puedas descuidarte con tu nuevo teléfono, que de hecho puede ser más propenso a las roturas que el Galaxy S23.
Al menos, eso es lo que descubre Allstate en sus últimas pruebas de rotura. La compañía lleva realizando estas pruebas desde 2013 para calibrar la durabilidad de los smartphones haciendo que un robot deje caer los teléfonos desde una altura predeterminada y luego evalúe los daños.
Los teléfonos Galaxy S24 se destrozaron aún peor que la serie Galaxy S23. «Allstate Protection Plans (APP) ha descubierto que el S24 se comportó peor que los predecesores S23», dijo Allstate en un comunicado. «A pesar de tener materiales similares en las pruebas boca abajo, el daño que sufrieron los hizo inutilizables, lo que no ocurrió en las pruebas de rompibilidad de los modelos anteriores».
El vídeo de arriba cuenta la historia. Al caerse de cara, los tres S24 sufrieron daños por rotura que incluían cristales rotos en relieve, cristales sueltos y, en algunos casos, ausencia de cristales. Las partes traseras también resultaron con cristales rotos, carcasas de cámara arañadas y, en el caso del Galaxy S24+, lentes de cámara agrietadas.
Allstate también señala que los tres dispositivos se rompieron en la primera caída al probar tanto la parte delantera como la trasera de cada teléfono, y los tres teléfonos quedaron inutilizables después de una caída frontal. El S24 Ultra en particular fue señalado por Allstate, ya que cuenta con titanio en lugar de aluminio.
Allstate dice que el 89 % de los usuarios de teléfonos inteligentes informan que usan su teléfono con una mano constantemente y el 78 % afirma que se les ha caído el teléfono mientras lo usaban con una mano. Por ello, solo los estadounidenses gastaron 8.300 millones de dólares en reparar o sustituir pantallas de teléfono dañadas en 2023, con un coste medio de 244 dólares por reparación de un smartphone.
La moraleja de esta historia es que probablemente deberías comprar una funda para tu Galaxy S24.