Las máquinas, disponibles actualmente en Oklahoma y Alabama, requieren un escaneado facial de 360 grados para verificar la edad del comprador, lo que permite a los compradores que cumplan los requisitos adquirir munición junto con refrescos y aperitivos.
En Estados Unidos hay más armas que personas y al menos una empresa está intentando sacar provecho de ello facilitando el acceso a la munición. American Rounds ha instalado máquinas expendedoras impulsadas por inteligencia artificial que le venderán balas del mismo modo que le venden Snickers y Coca-Cola.
Pues no del todo. La parte de IA de las máquinas utiliza el reconocimiento facial para asegurarse de que un posible cliente es mayor de edad para comprar munición. American Rounds afirma que la máquina escaneará el DNI de una persona y luego exigirá un escaneado facial de 360 grados para asegurarse de que la persona que sostiene el DNI coincide con la que intenta comprar balas.
La ley federal exige que los compradores de munición para escopetas y rifles tengan al menos 18 años; los compradores de cualquier otra arma tienen que tener al menos 21 años, a menos que una ley estatal o las ordenanzas locales establezcan una edad mínima superior.
Las máquinas expendedoras, a las que la empresa denomina Automated Ammo Retail Machines (AARM), tienen seis ubicaciones en Alabama y Oklahoma, y otras más en Texas y Colorado. Según informa Gizmodo, la cadena tiene más de 200 solicitudes de AARM en nueve estados.
«Como empresa, nuestro equipo es partidario de la tenencia de armas responsable y respetuosa con la ley. Creemos en la Segunda Enmienda y en la necesidad de un método seguro para vender munición en el mercado», explica a Gizmodo Grant Magers, CEO de American Rounds.
Según el vídeo promocional de American Rounds, las máquinas están dirigidas a los aficionados a la caza y las primeras se colocaron en tiendas donde hay una importante comunidad de cazadores. Los compradores expresaron su deseo de poder comprar munición junto con sus compras y así nació el negocio.
«Estamos muy contentos de ofrecer el que creemos que es el primer quiosco de munición. Siempre estamos buscando maneras de dar a nuestros clientes otra razón para venir a visitar nuestras tiendas», dice Terry Stanley, director de operaciones de Fresh Value Grocery Store.
No es un éxito con todo el mundo. Un Fresh Value de Tuscaloosa, Alabama, ya retiró la máquina después de que el ayuntamiento cuestionara su legalidad, informa ABC 33/40.
Además, el experto en ciberseguridad Andrew Whaley explica a Business Insider que la digitalización de la venta de munición «ampliará inevitablemente la superficie de ataque para los ciberdelincuentes, transformando cada innovación en una vulnerabilidad potencial».