Se espera que Japón y los Países Bajos acuerden suministrar a China únicamente máquinas capaces de producir chips de 14 nm, que están tres generaciones por detrás de los semiconductores de última generación.
China podría estar a punto de sufrir otro duro golpe en su industria de fabricación de chips, ya que se espera que tanto Japón como los Países Bajos se unan a Estados Unidos en la restricción del acceso del país a la tecnología avanzada de fabricación de chips.
EE.UU. ya ha asestado un duro golpe a la capacidad de fabricación de chips de China, pero ahora, según informa Bloomberg, personas familiarizadas con el asunto afirman que Japón y los Países Bajos han «acordado en principio» unirse a EE.UU. en la restricción de las exportaciones a China.
Ambos países son muy importantes para la industria mundial de fabricación de chips. Los Países Bajos albergan ASML Holding, el único proveedor mundial de máquinas de fotolitografía ultravioleta extrema (EUV) utilizadas para fabricar los chips más avanzados. En Japón se encuentra Tokyo Electron, un proveedor clave de equipos para fabricar circuitos integrados.
De momento no está claro si ambos países adoptarán todas las medidas impuestas por EE.UU. o sólo algunas de ellas. Sin embargo, se espera que las restricciones impuestas limiten a China a sólo poder comprar maquinaria capaz de fabricar chips de 14nm. En la actualidad, los chips más avanzados suelen ser de 3nm, y la fabricación de 2nm ya está prevista para 2025.
Sea cual sea la decisión final sobre las restricciones a la exportación, cabe esperar una respuesta airada por parte de China y algún tipo de represalia por parte del Gobierno. Sin embargo, poco puede hacer China para eludir la decisión. Mientras tanto, las empresas chinas ya miran hacia el futuro, y los chips RISC son el camino más probable.