La empresa nuclear, Kairos Power, ha recibido la aprobación de la Comisión Reguladora Nuclear de EE.UU. para iniciar la construcción de dos reactores de prueba en Oak Ridge, Tennessee.
El permiso marca un hito importante para Kairos, que en octubre firmó un acuerdo con Google para suministrar 500 megavatios de electricidad a sus centros de datos. Estamos viendo que esta será la próxima guerra en cuanto a la competencia energética.
Los reactores de alta temperatura refrigerados por sales fluoradas son versiones reducidas de lo que Kairos espera construir para suministrar electricidad a Google a partir de 2030. Y aunque los nuevos reactores son técnicamente bancos de pruebas, Kairos tiene la intención de conectar la central eléctrica a la red, según ha declarado su portavoz Ashley Lewis.
Los reactores de Hermes 2 serán capaces de producir 35 megavatios de calor cada uno, y estarán conectados a una turbina de 20 megavatios para convertir ese calor en electricidad. La central comercial de Kairos también contará con dos reactores capaces de generar 150 megavatios de electricidad.
El diseño de Kairos difiere de los reactores nucleares existentes en dos aspectos fundamentales: El combustible está hecho de uranio recubierto de carbono y capas cerámicas, lo bastante duraderas como para contener material fisible en caso de accidente. Y el reactor no se refrigera con agua, sino con sales fundidas.
La puesta en marcha del pequeño reactor modular (SMR), que ha recibido una subvención de 303 millones de dólares del Departamento de Energía de EE.UU., lleva años trabajando para perfeccionar su sistema de refrigeración por sales fundidas. Los altísimos puntos de ebullición de las sales de fluoruro permiten que el refrigerante fluya a baja presión. Esto significa que, en caso de accidente, no habrá material radiactivo a alta presión a punto de estallar si fallan los sistemas de bombeo. Además, el Laboratorio Nacional Oak Ridge afirma que, en caso de que falle la alimentación de las bombas, los reactores de sales fundidas pueden confiar en la convección pasiva para mover la sal a través del reactor y enfriarlo.
En conjunto, estas características bastan para calificar los diseños de Kairos como reactores de «Generación IV», un sistema de clasificación creado por una organización internacional respaldada por agencias nucleares nacionales. El sistema de clasificación es a la vez vago y amplio, por lo que es difícil saber con exactitud qué puntuación podría obtener Hermes 2 en la rúbrica.
Kairos lleva año y medio avanzando hacia la aprobación del diseño del reactor. Hermes 2 superó la revisión de seguridad de la NRC en julio y la evaluación medioambiental en agosto. En total, la NRC tardó 18 meses en conceder el permiso de construcción, un plazo relativamente rápido en comparación con los permisos de reactores anteriores.
Ahora la presión recae sobre Kairos para que cumpla sus promesas. La empresa afirma que espera tener en funcionamiento el primer reactor del acuerdo con Google en 2030 y el resto en 2035. En el mundo de la energía nuclear, una década no es mucho tiempo.