El nuevo satélite Omega promete ofrecer más capacidad de Internet manteniendo bajos los costes.
Astranis, rival de Starlink, cuenta con un nuevo satélite diseñado para enviar a la Tierra más de 50 Gbps de capacidad de Internet, es decir, unas cinco veces más que los satélites actuales de la empresa.
Astranis, con sede en EE.UU., ha presentado hoy Omega, «el satélite de comunicaciones más potente kilo por kilo», para órbitas geoestacionarias más altas, a unos 35.500 kilómetros sobre el planeta, 60 veces más lejos que un satélite Starlink normal.
Los satélites de primera generación de Astranis ya ofrecen 10 Gbps. Esto incluye la transmisión de Internet a usuarios de Alaska con velocidades de descarga de unos 25 Mbps. Esas velocidades no impresionarán a los usuarios de Starlink, que pueden recibir descargas de 200 Mbps o más, dependiendo de la congestión. Pero los nuevos satélites Omega de Astranis prometen proporcionar a los clientes, que van desde ISP a empresas y gobiernos, acceso a una alternativa competitiva y de bajo coste al sistema de Internet por satélite de SpaceX.
Astranis afirma haber creado una nueva radio definida por software, junto con semiconductores de diseño propio, para alimentar la capacidad de 50 Gbps de Omega. Y lo que es más importante, las mejoras de rendimiento se realizarán con un ligero aumento del tamaño de los satélites. Según SpaceNews, Omega pesa 600 kilogramos, frente a los 400 kilogramos de los satélites de primera generación. (Para que nos hagamos una idea, el nuevo satélite geoestacionario Júpiter 3 de HughesNet pesa más de 9.000 kilogramos).
Otra ventaja es que Astranis puede construir los satélites Omega a mayor velocidad. Se pueden lanzar hasta 12 satélites Omega en un solo cohete de clase media.
«Con Omega, nuestros clientes obtienen más rendimiento a precios más bajos», añadió John Gedmark, CEO de Astranis, en una entrada de blog.
Gedmark no dijo qué tipo de velocidades de Internet podían esperar los consumidores. Pero señaló: «Para nuestros clientes comerciales, Omega significará una flexibilidad sin precedentes y el acceso a funciones avanzadas, como el desplazamiento dinámico de la capacidad a los lugares con mayor demanda de Internet de banda ancha.»
Sin embargo, Omega tardará en llegar. Astranis tiene previsto lanzar los primeros satélites Omega en 2026, una vez finalizados los trabajos sobre el vehículo de vuelo el año que viene.