Aún queda mucho camino por recorrer.
Este año, las empresas tecnológicas han hecho concesiones que antes habrían sido impensables. Apple aceptó adoptar el protocolo RCS, que permite la interoperabilidad de los mensajes de texto con los dispositivos Android y, después de más de una década, abandonó el puerto Lightning en su último iPhone. Meta ofreció a algunos usuarios la opción de no recibir publicidad dirigida a cambio de una suscripción mensual. TikTok, Meta y Snap permitían a algunos usuarios no participar en sus algoritmos de recomendación.
Ninguna de estas concesiones se habría producido sin la presión de la Unión Europea. El bloque lleva mucho tiempo liderando la regulación de las «grandes tecnológicas» (o intentándolo), pero en 2023 algunos de esos esfuerzos dieron por fin sus frutos.
El resultado más inmediato del aumento de la normativa de la UE este año se produjo con la llegada de la línea iPhone 15, que fue el primer teléfono de Apple compatible con USB-C en lugar de su puerto lightning propietario. La compañía podría haber hecho el cambio por su cuenta, pero llegó en 2023 como resultado directo de una ley europea que hizo del USB-C el estándar de carga común.
«No tenemos más remedio que cumplir las leyes locales», declaró el año pasado Greg Joswiak, ejecutivo de Apple. (La normativa exige que todos los nuevos teléfonos y otros dispositivos móviles adopten USB-C para finales de 2024).
Asimismo, se cree que la decisión de Apple de apoyar finalmente el estándar RCS en iMessage fue el resultado de la voluntad política de la UE. Apple se había resistido durante mucho tiempo a apoyar RCS, que modernizaría por fin los mensajes de texto entre los propietarios de iPhone y sus amigos de la «burbuja verde».
Apple no ha dicho públicamente por qué ha cambiado de postura. Pero Google y otras empresas estaban presionando a las autoridades de la UE para que regularan iMessage como otros servicios «guardianes» que caen bajo su autoridad gracias a la Ley de Mercados Digitales (DMA). El sorprendente anuncio de Apple de que, después de todo, apoyaría RCS se produjo el mismo día en que finalizaba el plazo para que las empresas impugnaran las normas de la UE sobre los «guardianes». Así que el cambio de postura de Apple sobre RCS podría interpretarse como un intento de apaciguar a los reguladores de la UE, que podrían haber tomado medidas más agresivas, como exigir que iMessage fuera totalmente interoperable con otras aplicaciones de chat como WhatsApp.
Cabe destacar que estos dos cambios también beneficiarán a los usuarios estadounidenses, aunque sean consecuencia de normativas específicas de la UE: «En Europa existe sin duda un mayor grado de protección del consumidor que en EE.UU.», declaró Carolina Milanesi, analista de consumo de Creative Strategies. Estas protecciones se trasladan a menudo a otras regiones porque puede resultar poco práctico aplicar normas diferentes en cada zona geográfica.
Además de los avances logrados con la DMA, la mayoría de las principales aplicaciones de redes sociales, como Facebook, TikTok, Twitter, YouTube, Snapchat e Instagram, entran en el ámbito de aplicación de otra ley de la UE que entró en vigor este año, la Ley de Servicios Digitales. En virtud de esta ley, estas empresas están obligadas a informar detalladamente sobre la desinformación y otros contenidos nocivos, y a explicar cómo funcionan sus algoritmos de recomendación.
«Si se obliga al sector de las redes sociales a dar explicaciones, a revelar hasta cierto punto su funcionamiento interno, tendrá un incentivo para no comportarse mal y/o un incentivo para autorregularse con más vigor», explica Paul Barrett, subdirector del Centro Stern de Empresas y Derechos Humanos de la Universidad de Nueva York.
Sin embargo, no está tan claro si estas medidas mejorarán los servicios para sus usuarios. Sigue habiendo dudas sobre cómo se aplicarán las normas. Pero se han producido algunos cambios notables para los usuarios de las redes sociales de la UE.
Snapchat, Meta y TikTok permiten ahora a los usuarios europeos excluirse totalmente de sus algoritmos de recomendación. Snapchat también ha puesto fin a la mayor parte de la publicidad dirigida a los jóvenes de 13 a 17 años del bloque. Además, Meta se ha visto obligada a permitir a los usuarios de la UE optar por no recibir publicidad dirigida o por no recibirla (a cambio de una abultada suscripción mensual).
Aunque no parezcan cambios monumentales, afectan al núcleo de los modelos de negocio de todas estas empresas. Y es poco probable que ninguna de estas empresas hubiera actuado voluntariamente en contra de sus propios intereses si se les hubiera dejado autorregularse, como han permitido los responsables políticos estadounidenses.