La empresa ha comunicado que va a despedir a más del 20% de su plantilla este año, lo que significa que más de 1.600 personas, que trabajan principalmente en su departamento de publicidad, serán despedidas.
Yahoo ha anunciado que despedirá a más del 20% de su plantilla este año, lo que significa que más de 1.600 personas, principalmente de su departamento de publicidad, serán despedidas.
En una entrevista con Axios, el consejero delegado de Yahoo, Jim Lazone, afirmó que los despidos no eran consecuencia de las dificultades financieras de la empresa en su conjunto, sino que se debían a la falta de rentabilidad de la unidad de publicidad Yahoo for Business de la compañía.
Lazone añadió que el número total de despidos ascendería al 50% de la plantilla actual de la unidad de publicidad. Se informa de que todos ellos serán despedidos antes de finales de 2023. El 9 de febrero se suprimieron unos 1.000 puestos.
En otros comentarios que probablemente no calmarán los oídos de los empleados que van a perder sus puestos de trabajo, Lazone dijo que los despidos y la reestructuración de la empresa serían «tremendamente beneficiosos para la rentabilidad de Yahoo en general» y permitirían a la empresa tecnológica «pasar a la ofensiva» e invertir en las partes de Yahoo que son rentables.
En 2021, Yahoo y AOL fueron adquiridas por Apollo, una firma global de capital privado, por 5.000 millones de dólares a Verizon, momento en el que Lazone fue contratado para dirigir Yahoo.
Yahoo ha ayudado durante años a editores digitales y empresas a vender anuncios automatizados contra su contenido, pero esta parte del negocio no ha sido rentable para la compañía.
Como parte de la reestructuración, Yahoo cerrará su plataforma de publicidad nativa Gemini y, en su lugar, trabajará con la empresa de tecnología publicitaria Taboola en una nueva asociación que permitirá a Yahoo vender publicidad en su propio contenido, informa Axios.
En los últimos meses, los anunciantes de todo el mundo han reducido sus presupuestos, ya que las elevadas tasas de inflación y el riesgo de recesión este año preocupan a los ejecutivos.