Los investigadores afirman que la plataforma Ghost, que funcionaba con teléfonos encriptados, se utilizaba para facilitar numerosos delitos, como asesinatos, tráfico de drogas y blanqueo de dinero.
Un sistema de mensajería cifrada que los delincuentes llevaban años utilizando ha sido clausurado después de que las fuerzas de seguridad consiguieran piratear la red.
El miércoles, Europol anunció el cierre de Ghost, que vendía teléfonos cifrados a delincuentes, incluidos grupos mafiosos, narcotraficantes y blanqueadores de dinero.
Ghost, que comenzó en 2015, vendía teléfonos a «varios miles de personas», ofreciéndoles una forma de comunicarse en privado. Esto incluía la posibilidad de autoborrar todos los mensajes de un teléfono, lo que impedía a las fuerzas de seguridad recuperar los datos durante las investigaciones forenses.
Los teléfonos de Ghost podían venderse por unos caros 1.600 dólares, que incluían una suscripción de seis meses a la red de mensajería cifrada. Pero en 2022, Europol creó un grupo de trabajo para investigar Ghost, lo que llevó a los investigadores a identificar los servidores de la red y empezar a interceptar los mensajes enviados a través de los teléfonos cifrados.
Al parecer, las autoridades aprovecharon el proceso de actualización de los teléfonos. La policía australiana consiguió secuestrar el acceso a los servidores y enviar una actualización modificada, lo que permitió a las fuerzas del orden entrar por la puerta trasera en los dispositivos Ghost.
«Como resultado de nuestros esfuerzos, afirmaremos que cientos de delincuentes, entre ellos la delincuencia organizada italiana, bandas de moteros ilegales, la delincuencia organizada de Oriente Próximo y la delincuencia organizada coreana, han estado utilizando Ghost», declaró David McLean, comisario adjunto de la Policía Federal Australiana, en una rueda de prensa.
La operación Kraken también ha permitido a la policía australiana evitar atentados y asesinatos selectivos contra 50 personas. En total, la operación se ha saldado con la detención de 51 sospechosos, entre ellos el presunto cerebro de Ghost, un hombre de 32 años detenido en Australia.
«Se esperan más detenciones australianas e internacionales en los próximos días», añadió la Policía Federal Australiana.
El desmantelamiento de Ghost se produce después de que las fuerzas de seguridad cerraran otras dos plataformas cifradas que utilizaban los delincuentes llamadas EncroChat y Phantom Secure. En 2019, el FBI incluso recurrió a la venta secreta de su propio sistema telefónico cifrado, llamado Anom, para atrapar a los delincuentes.
Como resultado, Europol espera que los delincuentes empiecen a recurrir a una «variedad de herramientas de comunicación menos establecidas o hechas a medida» para evitar el mismo destino de los usuarios que compraron teléfonos a Ghost.