Lumen Orbit afirma que el espacio exterior es el lugar ideal para instalar un centro de datos, alegando «la abundante energía solar, la refrigeración y la posibilidad de ampliarlo libremente».
Una empresa estadounidense quiere construir centros de datos quizá en el último lugar que cabría esperar: el espacio exterior.
La idea es de Lumen Orbit, que publicó el martes su primer libro blanco (white paper), en el que se promocionan las ventajas de los centros de datos espaciales.
El concepto puede parecer descabellado, pero el funcionamiento de los centros de datos en el espacio podría resolver las crecientes demandas energéticas del desarrollo actual de la IA. Para entrenar programas de IA de última generación como ChatGPT, las empresas están construyendo centros de datos cada vez más grandes repletos de GPU, que pueden requerir electricidad tanto para funcionar como para refrigerarse.
Las crecientes necesidades energéticas plantean interrogantes sobre cómo continuará el desarrollo de la IA sin poner a prueba los suministros de electricidad actuales ni generar más contaminación. En respuesta, Lumen Orbit, con sede en Redmond, está presionando a la industria tecnológica para que considere el espacio como el lugar ideal para los centros de datos de próxima generación.
«Deberíamos entrenar los futuros modelos de IA de gran tamaño en el espacio para aprovechar la abundante energía solar, la refrigeración y la posibilidad de ampliarlos libremente», declaró a principios de esta semana Philip Johnston, CEO de Lumen Orbit.
La empresa calcula que el funcionamiento de un centro de datos en el espacio solo costaría 8,2 millones de dólares en un periodo de 10 años, frente a los 167 millones de dólares que costaría la informática en tierra. Esos 8,2 millones de dólares incluyen los 5 millones necesarios para poner en marcha el centro de datos, que adoptaría un diseño modular.
Para aprovechar la energía solar, Lumen Orbit prevé conectar el centro de datos espacial a un enorme campo solar de 4 por 4 kilómetros. Esto promete reducir los costes energéticos de un centro de datos a 2 millones de dólares en un periodo de 10 años, una enorme reducción respecto a los 140 millones de dólares que necesita un centro de datos equivalente en tierra.
Para construir los centros de datos, Lumen Orbit quiere utilizar nuevas naves espaciales, incluido el vehículo Starship de SpaceX, que también se ha diseñado para enviar algún día seres humanos a Marte. La empresa apuesta por que «la caída de los costes de lanzamiento» facilitará el acceso a la órbita terrestre, lo que hará más económica la construcción y el mantenimiento de centros de datos espaciales.
«Estamos convencidos de que los centros de datos orbitales son factibles, económicamente viables y necesarios para aprovechar el potencial de la IA, la tecnología más importante del siglo XXI, de forma rápida y sostenible», añade el informe.
Aun así, construir un centro de datos en el espacio no será fácil. Uno de los retos es proteger la tecnología de la radiación solar. El informe también señala la necesidad de «radiadores» para disipar eficazmente el calor del panel solar. «Este componente representa el reto técnico más importante para crear centros de datos espaciales a hiperescala», afirma el documento.
Para demostrar el concepto, Lumen Orbit ha reservado un lanzamiento espacial para enviar un prototipo de satélite de 60 kilos de peso el próximo mes de mayo, con el objetivo de entrenar el primer modelo de IA en el espacio. En 2026, la empresa también pretende lanzar un «microcentro de datos».