La empresa dijo que proporcionará servicio gratuito de Internet a los clientes brasileños mientras sus cuentas bancarias locales permanezcan congeladas.
Después de que el Tribunal Supremo del país ordenara a los proveedores de servicios de Internet bloquear el acceso a X, la plataforma ya no estaba disponible en el país el domingo por la noche. Las únicas formas de acceder a X desde entonces han sido a través de VPN (para aquellos dispuestos a arriesgarse a multas enormes) y Starlink, el servicio de Internet por satélite que también dirige el propietario de X, Elon Musk.
El presidente de la agencia de telecomunicaciones de Brasil, Anatel, dijo que Starlink se negó a cumplir la orden judicial hasta que las autoridades liberaran sus activos congelados, informa The New York Times. Alexandre de Moraes, el juez del Tribunal Supremo que ha estado en pie de guerra contra X, también bloqueó las cuentas bancarias locales de Starlink, que es una filial de SpaceX. Moraes, que ha acusado a X de difundir discursos de odio y desinformación, lo habría hecho con el objetivo de cobrar 3 millones de dólares en multas impuestas a X por ignorar sus órdenes de bloquear determinadas cuentas.
Starlink solicitó al tribunal el desbloqueo de sus activos, pero éste desestimó la petición. Musk calificó de «ilegal» la congelación de la cuenta de Starlink, alegando que SpaceX y X son entidades separadas y afirmando que es propietario del 40% de la primera.
En Brasil hay unos 250.000 clientes de Starlink. El servicio ha demostrado su popularidad en las zonas rurales y entre las tribus indígenas del Amazonas. Starlink se comprometió a proporcionar acceso gratuito a Internet a sus clientes brasileños mientras sus cuentas en el país sigan bloqueadas.
Si Starlink mantiene su postura sobre X, Brasil podría revocar la licencia del servicio de Internet. Si continúa operando después de eso, las autoridades podrían confiscar el equipo de 23 estaciones terrestres. Estos equipos ayudan a Starlink a mejorar la calidad de sus conexiones por satélite.
Mientras tanto, la mayoría de un tribunal del Tribunal Supremo confirmó la prohibición de X, que Moraes dictó después de que Musk desafiara varias de sus órdenes, en un juicio celebrado el lunes. X tendrá derecho a recurrir la decisión. El panel también aprobó la orden de Moraes de imponer una multa diaria de 50.000 reales brasileños (unos 8.900 dólares) a quien sea sorprendido utilizando una VPN para acceder a X en Brasil.